Nueve, dieciséis

Juanjo Brizuela
2 min readAug 16, 2021

Sin el glamour del Rick’s café pero con el áurea de un sitio que te empuja a pensar, el expresso doble templaba su temperatura mientras seguías reviviendo el recorrido que te trajo hasta aquí. La tensión se había transformado en una calma incómoda, una rama del árbol personal de tus principios que de vez en cuando es azotada por una ráfaga violenta de viento. Sonaba una canción que decía algo así como “el tiempo pasará” y pensabas que aun siendo cierto, no todo el tiempo pasa igual.

Como si estuvieras en ese tren de la escapatoria, las mismas preguntas de entonces tenían ya otro sentido. No era cuestión de las respuestas sino de que quizá no formulaste bien las preguntas. Las discusiones eran lo de menos, lo que faltaba de verdad eran los puntos en común, esos que construyen convivencias, acuerdos, amistades y hasta las propias contradicciones, cuando chocan con lo que pensaste y lo que hiciste en realidad. Este sorbito de café ha acabado por demostrarte que es así. Una nueva tozudez convertida ahora en el más común de los sentidos.

“Una cerveza bien fría, por favor… en vaso ancho si es posible, gracias capitán” pidió un chico que justo acaba de entrar sin llegar aún a la barra. “¿cómo te has levantado hoy, por cierto? le preguntaron y trataste de responder por tu cuenta diciendo algo así como “en leve marejadilla” y no te faltaba razón. Tu mar no era un espejo y en realidad tampoco una arbolada, como te explicaron en clase de vela. Algo se te movía dentro, amenazando con fuerza, pero en realidad sin poner en riesgo la orilla de tus límites personales. “De eso quería hablarte, tienes que venir conmigo a la furgo, algo ha pasado y necesito ayuda”.

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Juanjo Brizuela

Prefiero ser optimista. Consultor Artesano en branding, planning y comunicación en un entorno digital. Buscando conexiones entre marcas y personas. Escribo.